Las batatas se transforman en una guarnición celestial que equilibra perfectamente los ricos sabores mantecosos con un toque de calidez y terroso en esta receta. La belleza radica en la sencillez y las bondades naturales de las batatas. Hervidos hasta que estén tiernos, estos vibrantes tubérculos de color naranja se trituran a la perfección, creando una consistencia suave como la seda. Es una adición versátil y deliciosa a cualquier comida que ofrece comodidad y una explosión de sabor vibrante, ¡que seguramente impresionará tanto a tu paladar como a tus invitados!
6 batatas medianas, peladas y cortadas en cubitos
1 cucharada de mantequilla
1/3 de taza de jugo de naranja
1/3 de taza de leche
1 cucharada de ralladura de naranja
1 cucharada de azúcar morena
1/2 cucharadita de canela
1/2 cucharadita de jengibre molido
Sal y pimienta al gusto
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